Esto es un hecho ocurrido esta semana en Madrid. Tres jóvenes han montado su propia empresa. Una sociedad con el poco capital que han podido reunir. La idea es buena, tienen ganas y están preparados. El momento también es bueno: hay ayudas para ello recientemente aprobadas. Uno de ellos es designado administrador único. La Seguridad Social le reconoce el alta como autónomo con la bonificación aprobada por el famoso decreto de marzo para emprendedores autónomos: el 30% de las contingencias comunes.

Unos 80 euros mensuales durante un año. No es mucho, pero para su economía sí lo es. Llega el recibo que la Seguridad Social gira en el mes de abril: 190 euros; el de mayo: 190 euros. Perfecto. El de junio 270 euros. El joven cree que se han confundido, el funcionario de turno le dice que no, que no hay error, que esa bonificación no vale para los administradores de sociedades, “nos han mandado una circular interna diciéndolo, y lo tenemos que hacer así” —contesta el funcionario—.

El joven se queda atónito. Ellos, que se habían creído que de verdad pensaban apoyar a los emprendedores, concluyen: este país no tiene arreglo. Son todo mentiras.— Sonsoles Fernández de Córdoba. El Pais.

Web diseñada por: evernes.com

Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad